El director surcoreano Park Chan-wook, reconocido por títulos como Oldboy y La doncella, presentó en el evento Contenders Film: Los Ángeles su más reciente obra, No Other Choice. La película, que representa a Corea del Sur en los Óscar 2026, es la segunda adaptación de la novela The Ax de Donald Westlake y ha generado gran expectativa tras su paso por el Festival de Venecia.
Una oportunidad nacida del rechazo
Park confesó que originalmente concibió la historia como una producción estadounidense, pero no logró encontrar inversores. Hoy, lejos de lamentarse, asegura que esa negativa fue una bendición:
“En los créditos, casi consideré incluir a los estudios estadounidenses que me rechazaron, pero no lo hice. Gracias a esa decisión pude trabajar con un actor magnífico”.
El director se refiere a Lee Byung-hun, protagonista de la cinta, quien interpreta a Man-soo, un trabajador despedido de una fábrica de papel que, desesperado por conseguir empleo, elimina a sus competidores.
Un thriller con ecos contemporáneos
La adaptación, coescrita junto a Lee Kyoung-mi, Jahye Lee y Don McKellar, introduce un elemento nuevo: la inteligencia artificial. En 2025, Man-soo no solo enfrenta a otros candidatos humanos, sino también a un sistema automatizado que amenaza con reemplazar a los trabajadores veteranos.
“Es un tema muy importante hoy en día. Man-soo elimina competidores humanos solo para enfrentarse a un rival de IA mucho más aterrador”, explicó Park.
El reto actoral de Lee Byung-hun
El actor, conocido por su versatilidad, reconoció que su mayor desafío fue convencer al público de que un hombre común podía llegar al asesinato.
“Man-soo es un tipo normal, pero se ve envuelto en una situación imposible. Todas las situaciones son tan extremas que mi reto es hacer creíbles sus motivos”, señaló Lee.
Mirando hacia el futuro
Tras el éxito de No Other Choice, Park Chan-wook se encuentra en plena fase de desarrollo de nuevos proyectos. El director busca inversores para dos posibles películas estadounidenses: una de acción y ciencia ficción y un western. Sin embargo, admite que la promoción de su último trabajo lo ha dejado sin tiempo para idear nuevas historias coreanas.
“Me he quedado sin ideas para mis próximas películas en Corea. Necesito dedicar mucho tiempo a trabajar en eso próximamente”, confesó.
No Other Choice no solo confirma la vigencia de Park Chan-wook como uno de los cineastas más influyentes de Asia, sino que también demuestra cómo un rechazo puede transformarse en oportunidad. Al convertir la historia en una producción coreana, el director encontró libertad creativa y un elenco capaz de llevar la trama a un nivel inesperado. Ahora, con la película rumbo a los Óscar, Park celebra que Hollywood le cerrara las puertas, porque ese “no” le permitió abrir una ventana hacia uno de los proyectos más personales y relevantes de su carrera.
