LA REUNIÓN DEL DIABLO (2010): UN THRILLER QUE TE DEJARÁ SIN ALIENTO
Por: Lic. Alejandro Ferrufino
¿Alguna vez imaginaste estar encerrado con el diablo sin saberlo? La Reunión del Diablo (título original: Devil) es una de esas películas que, sin necesidad de grandes explosiones o monstruos digitales, logra generar una tensión brutal con muy pocos elementos: un espacio cerrado, cinco extraños… y un secreto aterrador.
La historia arranca con un accidente aparentemente sin importancia en un edificio de oficinas de Filadelfia. Un grupo de personas —un guardia de seguridad, una mujer elegante, un mecánico, un vendedor y un anciano— queda atrapado en un ascensor. Nada fuera de lo común… hasta que las luces se apagan. Cuando vuelven, uno de ellos ha sido asesinado.
A partir de ese momento, el suspenso escala con cada minuto. Nadie confía en nadie, los nervios se rompen, y la paranoia se apodera de todos. Y lo más inquietante: lo que parecía ser un incidente cotidiano se transforma en algo sobrenatural. Uno de ellos, literalmente, no es quien dice ser. La tensión se traslada también afuera del ascensor, donde un detective intenta resolver el caso desde la sala de vigilancia, mientras observa impotente cómo se desarrollan los hechos.
Producida por M. Night Shyamalan (conocido por El sexto sentido y Señales), la película mantiene su esencia: un misterio con tintes espirituales, giros inesperados y una atmósfera que juega con nuestras emociones. En solo 80 minutos, La Reunión del Diablo construye un microcosmos de culpa, redención y miedo existencial que va mucho más allá de un simple “¿quién es el asesino?”.
No esperes efectos especiales exagerados ni sustos fáciles. Aquí el terror es psicológico, está en el encierro, en la desconfianza, en los pecados no confesados… y en la posibilidad de que el mismísimo diablo haya decidido visitar el ascensor.
Es una joya olvidada del cine de suspenso de principios de los 2010 que vale completamente la pena redescubrir, especialmente si te gustan las historias que te hacen reflexionar incluso después de los créditos finales.
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